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e-ISSN 2528-7869
Revista ECA Sinergia
DOI: 10.33936/ecasinergia.v15i2.6181Vol. 15, Núm. 2 (23-34): Mayo-Agosto, 2024
INTRODUCCIÓN
Los autores Fernández y Ponce (2021), mencionan que el diagnóstico presenta un procedimiento ordenado, sistemático,
que permite conocer y establecer de manera clara una circunstancia, todo esto partiendo de la observación de datos
concretos, de tal manera que se puede apreciar que el diagnóstico conlleva siempre una evaluación, que parte de una
valoración de acciones en relación con objetivos propuestos.
De acuerdo con Montalvo (2016), el diagnostico integral es la técnica analítica aplicada sobre el diseño de la estrategia,
plan o programa, y sobre su implantación, o sobre las estrategias funcionales o sistemas, o sobre operaciones especícas,
con el propósito de determinar su condición presente, identicando los principales factores que determinan su actual
nivel de desempeño, así como sus consecuencias, y los posibles cursos de acción a adoptar para mejorar u optimizar la
condición presente, con el propósito de que los objetivos y metas se logren en mejores condiciones.
En este sentido, a partir de las deniciones de Romero (2021), y Claros y Gerardo (2016), podemos interpretar que el
diagnóstico hotelero se presenta como una herramienta metodológica, sustentada a través de un mecanismo de análisis
regulado por la parte administrativa o agentes externos, para la evaluación de los aspectos claves del hotel objeto de
estudio, con el objetivo de conocer si el establecimiento cuentan con las capacidades y elementos que garanticen la
calidad del servicio ofrecido, así como identicar áreas de oportunidad para mejorar la competitividad y sostenibilidad
de la empresa.
Con relación al sector hotelero del Ecuador, Serrano (2018), destaca que el mismo creció entre el 2016 y 2017 en un
28%, generando 374,2 millones de dólares, con nuevas inversiones y un escenario positivo para la industria hotelera
ecuatoriana. De los datos que se poseen hasta el 3er trimestre del 2017, existían 498.385 personas empleadas dentro de
la actividad de alojamiento y restauración, lo que equivale a un crecimiento del 2,4% con relación al año 2016, esta cifra
representa el 6,4% del total de empleados en la economía nacional (Alcívar, 2018). Estos datos demuestran la importancia
de la industria hotelera como sector estratégico para generar empleo, desarrollo y captación de divisas para la economía
nacional (Márquez et al., 2021).
Según Vélez y Poveda (2017), la empresa hotelera asentada en Manabí gura desde los años 1980, la cual toma auge a
partir del año 1990 con la pérdida de valor de la producción de camarón, y de esta manera la actividad turística comienza a
posicionarse sobre las demás actividades económicas en la Provincia. En el 2015, Manabí contaba con 649 establecimientos
de alojamiento, superada solamente por la provincia de Pichincha, con 850 establecimientos (Corporación Financiera
Nacional, 2017).
El sector hotelero de la ciudad de Portoviejo, no es una actividad que funcione en forma independiente del proceso de
desarrollo nacional, también debe contribuir en el contexto del desarrollo sostenible del Ecuador. Los empresarios hoteleros,
deben considerar la mejor manera de ofrecer un servicio, apoyándose en sus capacidades integrales para hacer del sector
hotelero una actividad rentable y sostenible. En este sentido, se puede armar que, a partir de diagnóstico para conocer el
nivel de aprovechamiento de las capacidades socioculturales, ambientales y económicas de cada establecimiento hotelero,
la empresa puede denir estrategias para corregir su nivel competitivo, lo cual mejorará los impactos corporativos, así
como acciones responsables del sector hacia la comunidad. De esta manera, lo explica Epstein (2009), la evaluación de
las capacidades sociales, económicas y ambientales de las organizaciones es necesaria para tomar decisiones efectivas
de carácter operacional y de inversión del capital, que impacten de manera positiva los objetivos organizacionales y
satisfagan las expectativas de los múltiples stakeholders. En muchos casos, considerar la operacionalización de múltiples
aspectos en un establecimiento hotelero (como, por ejemplo, la conservación del medioambiente y la cultura local, y la
accesibilidad para todos los clientes), incrementa la rentabilidad corporativa en el largo plazo mediante rendimientos de
producción más altos y calidad mejorada del producto.
El sector turístico hotelero en Portoviejo se encuentra en recuperación desde hace algunos años, por lo cual, es necesario
proponer iniciativas que ayuden a mejorar este sector productivo. El diagnóstico integral del sector hotelero contribuirá
en una evaluación de la sostenibilidad sociocultural, ambiental y económica del sector hotelero, representa una alternativa
que incentiva a continuar incrementando los instrumentos para la medición de las actividades relacionadas al sector
hotelero (Trejo, 2018).